TÍTULO ORIGINAL. Le gamin au vélo (The Kid With The Bike)
AÑO. 2011
DURACIÓN. 87 min.
PAÍS. Bélgica
DIRECTOR. Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
GUIÓN. Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
MÚSICA. Varios
FOTOGRAFÍA. Alain Marcoen
REPARTO. Cécile De France, Thomas Doret, Jérémie Renier, Fabrizio Rongione, Egon Di Mateo, Olivier Gourmet
Cyril, un niño de once años, se escapa del hogar de acogida, donde su padre lo dejó después de prometerle que volvería a buscarlo. Lo que Cyril se propone es encontrarlo. Después de llamar en vano a la puerta del apartamento donde vivían, para eludir la persecución del personal del hospicio, se refugia en un gabinete médico y se echa en brazos de una joven sentada en la sala de espera. Así es como, por pura casualidad, conoce a Samantha, una peluquera que le permite quedarse con ella los fines de semana.
AÑO. 2011
DURACIÓN. 87 min.
PAÍS. Bélgica
DIRECTOR. Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
GUIÓN. Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
MÚSICA. Varios
FOTOGRAFÍA. Alain Marcoen
REPARTO. Cécile De France, Thomas Doret, Jérémie Renier, Fabrizio Rongione, Egon Di Mateo, Olivier Gourmet
Cyril, un niño de once años, se escapa del hogar de acogida, donde su padre lo dejó después de prometerle que volvería a buscarlo. Lo que Cyril se propone es encontrarlo. Después de llamar en vano a la puerta del apartamento donde vivían, para eludir la persecución del personal del hospicio, se refugia en un gabinete médico y se echa en brazos de una joven sentada en la sala de espera. Así es como, por pura casualidad, conoce a Samantha, una peluquera que le permite quedarse con ella los fines de semana.
12 comentarios:
Me gustó sobre todo la imagen del fajo de euros tirados por Cyril. Muy pronto debe aprender que el amor nunca se puede comprar de ninguna forma posible.
Puede haber muchas razones para no querer a alguien, pero no tiene por qué haber ni una sola para amar.
Me gusta mucho la forma de mostrar la realidad de los Dardenne.
Quién no esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Esta es la clave de la película.
Perdón, creo que me sobra el no. Tendré que volver a repasar la biblia.
En muchas ocasiones el encadenamiento de planos, sintagma que dirían los semiólogos del cine, a pesar de ser brusco, consigue narrar con fluidez y hacer que los Dardenne sigan siendo más Dardenne que nunca.
Nos traen a la retina ecos o algo más que ecos de Los cuatrocientos golpes, con un final similar aunque en esta ocasión el protagonista no nos mire a los ojos. Ecos de De Sica, bíblicos tal como nos tienen acostumbrados, sin posicionamiento sobre los personajes (el arrepentimiento, la culpa…), de los cuentos de hadas porque así lo han querido y subrayado en sus entrevistas, dejando que Caperucita siga vistiendo de rojo... Su posición de la cámara, como siempre, es una declaración de principios, y los travelling con los que seguimos a Cyril son más que nunca lo que sentenció Godard, una elección moral. Los Dardenne siguen dejando constancia de la realidad, ésta vez con algunos cambios en su habitual manera de trabajar. Es curioso que en estos tiempos de crisis entre la luz (han filmado en agosto, en pleno verano) y concluyan con un final algo más esperanzador de lo habitual.
Efectivamente Sr. De Rotterdam
Los espejos planos presentan imágenes parecidas pero inversas del objeto real. Los Dardenne han revisitado una imagen especular de los 400 golpes cincuenta años después y el resultado es solo aceptable. El tiempo ha distorsionado la cruda mirada de Truffaut y los hermanos han considerado que la esperanza, apenas intuida en la fija mirada final del original, debía ser sostenida –que no sostenible- casi desde el primer fotograma de su película. Antoine/Truffaut huye en el final de la película del reformatorio donde sus padres le han abandonado, Cyril hace lo propio al principio de El niño de la bicicleta, solo que ahora llamamos centro de acogida al lugar donde se abandona a los niños. Ambos buscan en el delito una salida a la postre fallida material y afectivamente. Entre tanto el sufrimiento de ambos diverge al ritmo de las carreras pedestres o pedaleadas.
Un cuento bienintencionado que se redime gracias a la contención en los aspectos más sensibles y más dramáticos
Película moral sin moralina, Relato sencillo, escueto, directo que va ganando fuerza imperceptiblemente y llega al climax (tranquilo, por supuesto)al final, para que cada uno saque las consecuencias que crea convenientes. Yo veo un final extremadamente feliz (sin estridencias, claro)con Cyril un poco aturdido pero redimido y "resucitado" en su bicicleta y llevando abrazada su bolsa de carbón para la barbacoa "familiar". Y aún así no empalaga, ya digo
Ni Truffaut, ni Caperucita Roja; la única influencia de EL NIÑO DE LA BICICLETA es el propio cine de los Dardenne. El pecado, la culpa, la redención, el significado de los objetos, la simbología religiosa, etc. están en todo su cine desde LA PROMESA. ¿Nadie se ha dado cuenta de que EL SILENCIO DE LORNA y EL NIÑO DE LA BICICLETA terminan en una cabaña en un bosque? La diferencia está en que a Lorna no le sonó ningún teléfono móvil. En cuanto al comentario de ELGEN (con todos mis respetos, por supuesto) del final "hogareño" es bastante discutible, trantándose de una película en la que uno de los aspectos que se cuestiona es el de familia tradicional (al contario de LOS CUATROCIENTOS GOLPES). En fin, otra gran obra de la pareja belga.
Saludos. JUAN
Con todos mis respetos, al leer tu comentario, Juan, pensé que no se me podía haber ocurrido solo a mí la evidente relación entre Los Cuatrocientos Golpes y El niño de la bicicleta. Estas son algunas de las críticas ante su estreno en Francia (se entiende bien en francés o con el traductor de google):
http://blog.dvdpascher.net/index.php/b/2011/06/17/critique_cinema_le_gamin_au_velo
http://www.20minutes.fr/cinema/festival-cannes/724465-festival-cannes-Ca-demande-travail-capter-essence-vie-estime-cecile-france
http://info.francetv.fr/festival-cannes/2011/critiques/le-gamin-au-v%C3%A9lo-845.html
Muchas gracias por la información.
Un saludo. JUAN
Juan, con el final "hogareño" me refiero a que Cyril termina pedaleando hacia su nuevo "hogar" con Samantha, que le ha elegido como hijo hasta el punto de sacrificar su tranquila vida hasta entonces (despidiendo a su amante, por ejemplo)y por lo visto está dispuesta a sacrificar su vida futura. De momento esa tarde va a preparar la barbacoa para Cyril y sus amigos (los de Cyril, no los de ella). Pero, vamos,estoy dispuesto a admitir cualquier otra interpretación.
No puede uno irse a Bilbao sin que se le revuelva el gallinero y menudéen los sermones tronituantes desde el púlpito, que todos somos criaturas de la católica España. Sentencias, moralejas, y pamplinas varias en torno a los comedidos frères Dardenne. ¡Pobre gente, no se que le habrán hecho a los custodios de la sacristía para que les vengan con el recetario jesuita a cada peli que estrenan!
Por cierto, del personaje más comprometido, más misionero por decirlo en el lenguaje parroquial de este blog, el de la tenaz angel custodio y peluquera, que no pestañea a la hora de cambiar novio por niño inestable y pelín violento, nadie ha dicho esta boca es mía. Menos mal que tengo a Gracita Morales a mi lado para traerme a la tierra cuando levito en esos ideales redentores. Basta que me diga con voz de pito "¡Qué cosas tiene el señorito!, para que se pasen los arrebatos místicos.
Pero los Messieurs Dardenne llevan camino de entrar en el olimpo de los clásicos, a tal punto llega su maestría.
Para alfredo landa en el quinto piso:
La peluquera puede encontrar novios a patadas. Pero un hijo (aunque no sea biológico como es el caso) no se puede cambiar por nadie.
Lo digo desde la voz de la experiencia.
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