28 de mayo de 2012

The Turin Horse

TÍTULO ORIGINAL. A Torinói ló (The Turin Horse)
AÑO. 2011
DURACIÓN. 146 min.
PAÍS. Hungría
DIRECTOR. Béla Tarr, Ágnes Hranitzky
GUIÓN. Béla Tarr, László Krasznahorkai
MÚSICA. Mihály Vig
FOTOGRAFÍA. Fred Kelemen
REPARTO. Volker Spengler, Erika Bók, János Derzsi, Mihály Kormos
http://www.pacopoch.cat/theturinhorse

Libremente inspirada en un episodio que marca el fin de la carrera del filósofo Friedrich Nietzsche. El 3 de enero de 1889, en la plaza Alberto de Turín, Nietzsche se lanzó llorando al cuello de un caballo agotado y maltratado por su cochero y, después, se desmayó. Desde entonces, dejó de escribir y se hundió en la locura y el mutismo. En una atmósfera preapocalíptica, se nos muestra la vida del cochero, su hija y del viejo caballo.

20 comentarios:

Deckard dijo...

Ni Grecia, ni Bankia, ni la prima de riesgo, ni el Euro, ni el paro, ni nada... Joder con Nietzsche... la que lió... No sé como la humanidad pudo superar la tormenta y el apagón del 1889.

Ya en serio. He vuelto a dar otra oportunidad a Béla Tarr (quizá la última según parece) y creo que lo que marca en exceso a esta película es el aburrimiento, algo bastante común en la filmografía de este director húngaro, a mi humilde entender. Aunque el inicio de la película se puede calificar como brillante e interesante, el resto del metraje se diluye como un azucarillo en un inmenso océano de agua sazonada por una genial banda sonora (aunque al ser utilizada en exceso y de manera demasiada reiterativa hace que pierda algo de valor) y una buena recreación de una atmósfera apocalíptica. Pero 146 minutos son muchos minutos y es ahí cuando se hecha en falta la existencia de un guión, cosa de la que carece la película, por mucho que se quieran realizar sesudas interpretaciones de la historia, con el pretexto de la libre inspiración del episodio que marca el fin de la carrera del conocido filósofo.

rubén dijo...

La semana pasada sí se hicieron eternos los 98 minutos. Estos 146 han estado bien, con o sin sesudas interpretaciones. Hipnótica.

Alfredo Landa leyendo el Zaratustra dijo...

Hay un spott publicitario en el que un chulángano cervecero de nuestro majuelo patrio expulsa a los invasores alienígenas que vienen aprovechando la crisis a golpe de mensajes patrioteros. La idea es de un reaccionario subido en favor de una cerveza salvífica.
El fantasma de fin de mundo pulula.Lars von Trier al menos aborda directamente el fundido final con el choque Tierra/Melancolia. En cambio, Tarr deambula por los símbolos, desde el apagón mental de Nietzche en Turín hasta el pasaje bíblico que deletrea la hija sobre el templo impuro. Al margen de sus querencias bíblicas y evangélicas, como es el caso también de Dreyer, lo que Béla Tarr muestra es un retrato de la miseria, casi antropológico en su coreografía ritual de cada día. Esto es lo mejor de la película a mi juicio, junto con la banda sonora y la soberbia cámara de Kelemen. Un placer para los sentidos, un tedio para los agnósticos.

Anónimo dijo...

no intento entender el porqué de cada plano, no intento entender el simbolismo del pozo seco, ni de la comunion diaria a base de patatas hervidas, ni del lento trascurrir de los días y las noches, ni de la mirada de la nada a traves de la ventana , ni del llanto del caballo, ni del sacrificio estéril de la hija, ni de la mirada estrábica del Hombre hacia el resto delos hombres, ni del apagón de los elementos, el agua, el viento y el fuego, al final. Solo intento sacudirme el puñetazo directo al estómago y al alma que ayer, a las ocho y media de la tarde, me dio bela tarr con su película.comprendo que no quiera rodar más despues de rodar el todo. es posible que yo no vuelva a ver una sola pelicula más.ya está dicho todo. salud

farrell dijo...

perdon, el comentrio anterior era mío, alguna vez soy serio.

Anónimo dijo...

Farrel, te entiendo perfectamente. A mi me pasó algo parecido cuando vi por primera vez Satantango. Desde ese momento me puse a los pies de Bela Tarr.
JUAN

farrel dijo...

a mi me habia pasado con Ordet,la mejor pelicula de todos los tiempos para mi, y creo, que la pelicula de Bela tarr es la continuacion lógica de la de Dreyer. Es su antítesis, la luz y la vida aparecen de la mano de dios en ordet, el milagro, y en el caballo , dios abandona al hombre en un fundido en negro sobrecogedor.Se acabaron los milagros.

Anónimo dijo...

Yo presenté Ordet en el Cine Club y recuerdo que, en plan de broma y aludiendo de ese modo al milagro (tanto el que aparece en la película, como la película en sí) pedí presenciar la película con reclinatorio. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que la película de Tarr es la antítesis de Ordet (algunos planos como los del protagonista postrado en la cama nos recuerdan a esta). The Turin horse llega más lejos aún que el famoso silencio de Dios de Bergman.
JUAN

Orgasmo de Rotterdam dijo...

La escena con la que empieza la película tras la presentación inicial de la anécdota de Nietzsche es fascinante. Recorre toda la historia del cine. La duración de la toma, los encuadres, ángulos e imágenes del caballo tirando del carro van más allá de cualquier interpretación y realidad física. La música y los elementos naturales, como siempre, desazonadores e hipnóticos, como ya han dicho. Los close ups, panorámicas y planos secuencias habituales en su estilo. Dicen que sólo ha utilizado 30 planos.
No sé qué opinaréis del monólogo apocalíptico del visitante que entra a comprar el licor. Un Zaratustra que transmite una variante del aforismo 125 de La gaya ciencia, según dicen. Es una escena difícil porque puede parecer algo impostada entre tanto silencio humano (a mi no me lo parece).
El padre imposibilitado del brazo derecho es un clásico de las interpretaciones. La bíblica de Mateo es una de ellas: Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él vaya al infierno. Porque también hay mucho de la biblia. Cualquier apocalipsis, para nosotros, lo tiene. Seis días utilizó Dios para la creación y seis Bela Tarr para su destrucción. Aquí nadie espera al superhombre.

Colombina dijo...

Comparto todas vuestras opiniones en su mayoría.
Impresionante la narración de este Génesis invertido: La obra perfecta de Dios diezmada por la condición humana.
Las escenas y la música perforan hasta los tuétanos.
Cada vez que tome un aguardiente (y son muchas...) me acordaré de El Caballo de Turin. Salud!

Anónimo dijo...

congratulations Juan! Esta obra maestra pone un colofón máximo a tu labor de programador. No concibo un cierre de curso mejor que éste testamento de Béla Tarr. Una obra maestra de la historia del cine.

Anónimo dijo...

Ya comprendo porque me aburrí tanto, no creo en la Biblia, ni en Dios.

farrel dijo...

yo, aunque soy agnóstico, cuando veo algo tan hermoso como la pelicula que vimos ayer o como mi mujer me digo: dios existe.

Deckard dijo...

No creo que esta película merezca que se hagan comentarios comparando a Bela Tarr con un dios o algo así. Decir que es que posible que no vuelva a ver una sola película más después de haber visto The Turin Horse me parece un comentario pretencioso, de cara a la galería, ya que al que le gusta el cine (de todos los géneros posibles), seguirá viendo películas hasta que pueda. Yo de elegir, elegiría a otros dioses cinematográficos, gracias a los cuales he disfrutado enormemente. No creo que sea el momento de citar a ninguno, pero para mi gusto Bela Tarr está lejos de que se le compare con los grandes directores de la historia del cine.

Deckard dijo...

En cuanto a la programación del Cine Club, me gustaría alabar el trabajo realizado tanto por la actual directiva, como por las anteriores, pero creo que se hecha en falta (tanto ahora como antes), democratizar el proceso de selección de las películas programadas. No todo el mundo tiene el mismo gusto, ni nadie posee la verdad absoluta sobre lo que es bello, divertido, aburrido, entretenido, etc. Ni en el cine ni en ningún otro aspecto, pero quizá la democracia sea el proceso mas justo (o menos malo) para la programación de una serie de películas en un cine-club, dentro de las dificultades que me imagino que haya a la hora de encontrar películas adecuadas. Creo que en el cine-club tiene cabida cualquier tipo de cine, gracias también a la pasión que sentimos todos los socios por el 7º arte. Es una opinión, que seguro habrá que matizar, pero que me gustaría que se tuviera en cuenta. Gracias.

LA JUNTA DIRECTIVA dijo...

Con respecto al último comentario, creemos que este blog no es el sitio adecuado para hacerlo. Para ello tienes otras opciones, como comunicarnóslo directamente. No tenemos ningún problema en plantear tu propuesta razonada y debidamente explicada en la próxima reunión que tengamos.
Estamos a tu entera disposición. Un saludo.

farrell dijo...

perdon Deckard, pero democratizar todo puede llegar l inmovilismo por desacuerdos razonables. ls democracia dices sea el propceso más justo de elegir: por eso tenemos ahora a rajoy, tuvimos a zapatero y antes a aznar, elegidos democraticamente sí, pero salieron ranas.como hariamos la eleccion, mediante sufragio, con urnas, y que elegiriamos si la mayoria de los socios no conocemos las peliculas que existen y que tengan un minimo de calidad, te crees que es fácil conseguir traer una pelicula determinada? me consta que la directiva del cineclub se esfuerza para conseguir las peliculas dada su escasa distribución, ahora, si queremos la última de spielberg con tom cruise, Sin acritud, un saludo, y que conste que no soy de la junta directiva y que no me han gustado todas las pelis de este año, como es natural.

Deckard dijo...

Perdón a quien haya ofendido por opinar en el blog en un comentario sobre la película The Turin Horse de Bela Tarr, en relación al proceso de selección de las películas del cine club, pero no estoy de acuerdo en que un blog no sea un sitio oportuno para realizar un comentario. Si que lo sería si a raiz de cualquier comentario se pudieran llevar a cabo acciones que por su importancia necesitaran el consenso de la mayoría de los socios. Ya dije que alabo el gran esfuerzo de la/s juntas directiva/s, y que la idea del "proceso democrático" sería una idea a matizar. Se podrían hacer encuestas sobre las películas proyectadas para tener una idea de los gustos de la mayoría, por ejemplo, no se... es solo una idea de un socio. Yo planteé una idea similar cuando me apunté hace 10 años y propuse varias películas (no comerciales) pero no tuve mucho éxito, por lo que no tengo mucha esperanza de que lo tenga ahora. Por cierto Farrell, no creo que los socios del cine club puedan llegar al inmovilismo por desacuerdos razonables. De ser así, es posible que el cine club tal y como es ahora, hubiera desaparecido cuando se votó democráticamente por la continuidad y la modernización, dejando atrás el cine Los Luises y trasladándonos a los cines Avenida. Un saludo y no es mi intención molestar a nadie, pero no me habría importando ver en el cine club películas como El Color Púrpura o Eyes Wide Shut, aunque entiendo que estas películas pertenecen a otro mercado más comercial (con alguna película buena y muchas malas), el cual no tiene cabida en nuestro querido cine club. Reitero mis disculpas si alguien se ha sentido molesto, ya que no era mi intención criticar a quien elige las películas, sino solamente expresar una opinión, aunque no sea un canal "oficial" y haya que hacerlo en la próxima reunión. Luis Miguel Santos Millán, alias Deckard, socio nº3412.

Anónimo dijo...

Después de leer los comentarios encomiásticos, entusiásticos y hasta “extasiásticos” sobre la película de Bela Tarr, creo que es bueno hacer algunos comentarios más que puedan completar las diferentes opiniones sobre ellas.

Lo primero, expresar que me ha parecido brillante, original y….soporífera, si es que los tres calificativos son compatibles. Lo de brillante y original ya se ha argumentado repetidamente. Lo de soporífera….por la tendencia al sopor, al sueño. Si la película tiene 30 planos y se ha demorado en cada uno de ellos 8 minutos, la duración es de 240 minutos. Si hubiera optado porque cada plano durante 16 minutos, el metraje se habría duplicado, y alguno hubiera opinado entonces que la genialidad del film se habría multiplicado por dos. Creo que algunas escenas han sido exageradamente lentas, premiosas, y que el tiempo de duración no aportaba nada nuevo a la idea que se quería expresar.

¿Se ha dado cuenta alguien de la cantidad de gente que se marchó en el intermedio?. En la sesión de las 17,30 fueron bastantes, y era la primera vez que pasaba en esta temporada y casi en ninguna de las anteriores. ¿Por qué……?

Creo que en los comentarios “extaiásticos” que colocan a la película como una de las obras maestras de la historia del cine hay algo de “sentimiento adolescente”. Me explico. Cuando éramos adolescentes, tiempos ya muy lejanos para casi todos, a veces confundíamos la complejidad de una obra cultura con su mérito. Si la obra de teatro – eran tiempos más de teatro que de cine – era muy compleja, con personajes aburridos, apenas sin argumento, con un lenguaje pobre y repetitivo, la minoría que nos podíamos considerar más preparada, la considerábamos una obra genial, que rompía moldes, que sugería un mundo mucho más atractivo…… Y algunos solamente éramos capaces de llegar a apreciar y saborear esas complejidades.

Me parece muy razonable la propuesta de un grupo más variado para seleccionar las películas. Y contaré un secreto. Cuando alguno de los habituales presentadores, - todos con un mérito y a los que reconocemos su labor – comenta que vamos a ver una obra genial, la mitad del cineclub se pone a temblar.

Como resumen final, la programación de este año me ha parecido estupenda, a pesar de estos comentarios amables, que tienen como única finalidad el mover un poco el árbol para que todo no sea tan plácido y monótono.

Anónimo dijo...

De acuerdo o no con muchas de las cosas aqui escritas sobre Tarr y su película, sólo agradezco que no haya asomado la cabeza por aqui algún iluminado que lo único que tenga que decir es que la película es aburridísima.............Ya tuve una pareja al lado en el cine que con sus bufidos me hicieron entender que no sabían ni porqué habìan entrado en la sala. Como siempre todo es subjetivo, a mí, aunque reconozco que puede ser complicado postrarse ante una película así y aguantarla del tirón, hay una cosa que me ha fascinado, por encima de muchas otras que se han comentado y son constantes en el cine de Tarr. Y es que creo que como testamento cinematogràfico, el director lleva al extremo una idea de la que es muy consciente, que su cine rompe con la mayoría de tendencias actuales, que de alguna manera es un cine de otra época (Dreyer.........), de una época que concebía el cine como un arte expresivo y una vía de reflexión sobre el propio cine en sí, no como un mero entretenimiento palomitero. ¿Alguien ha comentado que algunas secuencias que se muestran repetidamente, están filmadas desde puntos diferentes, con otro tipo de encuadres? Porqué? Mi opinion: la última película de Tarr le sirve para que reflexionemos sobre lo relativo de nuestra percepción, sobre el cine como ilusion de realidad, sobre como el punto de vista queda en entredicho dependiendo de como se muestre una realidad. Para mi eso es lo mejor de la película, es el último regalo que nos ha dejado Bela Tarr.