El Centro Cultural Provincial de Diputación de Palencia (Plaza Abilio Calderón) acoge la exposición Cine Español. Una crónica visual con 132 fotografías y una selección de 20 carteles sobre la historia y evolución del cine español.
El cine es la vida, o al menos, la representación de la vida en todos sus matices: los paisajes, los pueblos, las ciudades, las costumbres y las fiestas, el vestuario, la gastronomía, el tiempo libre, la vida en sociedad o los retratos, algunos de los cuales, por su expresividad o valor simbólico constituyen la crónica de un país. De este modo las fotos, en tanto que instantáneas que detienen el movimiento del cine, son pequeños recuerdos recortables, y ésta la oportunidad de volver a mirarlos.
Desde sus orígenes en 1896, nuestra cinematografía se ha caracterizado no sólo por una prolífica y sorprendente continuidad en la producción de películas, sino por el notable esfuerzo de numerosos realizadores que han puesto su acento personal, tratando de registrar y expresar con imágenes aquello que, de modo incesante y sin apenas darnos cuenta, iba constituyendo nuestra propia identidad.
A través de una selección de 132 fotografías -algunas de ellas inéditas o escasamente difundidas-, una selección de 20 carteles y 15 textos, asistimos a la formación de un imaginario colectivo del cual poder recordar los rostros que han transitado este espacio histórico, así como trazar un nuevo itinerario lleno de lugares secretos y desconocidos que alumbran la atractiva complejidad y riqueza cultural de un país diverso, contemporáneo y plural.
La exposición comienza con un recorrido cronológico, desde sus orígenes hasta la actualidad, mostrando las imágenes más emblemáticas de cada década. De forma complementaria y estrechamente ligado a este hilo argumental podemos encontrar un mosaico con los temas y motivos más recurrentes del cine español, con un apartado especial dedicado al actor y director Fernando Fernán Gómez. La muestra quiere igualmente rendir homenaje a todos aquellos pintores e ilustradores, tanto conocidos como anónimos, que elevaron su trabajo a la categoría de arte, y por ello se incluye una pequeña selección de carteles de diversas épocas.
Desde sus orígenes en 1896, nuestra cinematografía se ha caracterizado no sólo por una prolífica y sorprendente continuidad en la producción de películas, sino por el notable esfuerzo de numerosos realizadores que han puesto su acento personal, tratando de registrar y expresar con imágenes aquello que, de modo incesante y sin apenas darnos cuenta, iba constituyendo nuestra propia identidad.
A través de una selección de 132 fotografías -algunas de ellas inéditas o escasamente difundidas-, una selección de 20 carteles y 15 textos, asistimos a la formación de un imaginario colectivo del cual poder recordar los rostros que han transitado este espacio histórico, así como trazar un nuevo itinerario lleno de lugares secretos y desconocidos que alumbran la atractiva complejidad y riqueza cultural de un país diverso, contemporáneo y plural.
La exposición comienza con un recorrido cronológico, desde sus orígenes hasta la actualidad, mostrando las imágenes más emblemáticas de cada década. De forma complementaria y estrechamente ligado a este hilo argumental podemos encontrar un mosaico con los temas y motivos más recurrentes del cine español, con un apartado especial dedicado al actor y director Fernando Fernán Gómez. La muestra quiere igualmente rendir homenaje a todos aquellos pintores e ilustradores, tanto conocidos como anónimos, que elevaron su trabajo a la categoría de arte, y por ello se incluye una pequeña selección de carteles de diversas épocas.
La muestra permanecerá abierta hasta el 18 de mayo. El horario: de lunes a sábado de 11 a 14 horas y tardes de 17 a 21 horas. Domingos y festivos de 11 a 14 horas.
1 comentario:
Visitando hace días la expo recordé la escena en la que Antoine Doinel roba una fotografía del expositor de un cine, en la pelicúla de Truffeau "Los cuatrocientos golpes", una costumbre que hace muchos años que pasó al olvido, pero que fue habitual en los escaparates de nuestros cines, Ortega, Castilla, Proyecciones, hasta bien entrados los años sesenta. Esos fotogramas ampliados a papel eran más codiciados que los mismos carteles de las pelis.
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