24 de octubre de 2011

La mitad de Óscar

TÍTULO ORIGINAL. La mitad de Óscar
AÑO. 2010
DURACIÓN. 89 min.
PAÍS. España
DIRECTOR. Manuel Martín Cuenca
GUIÓN. Manuel Martín Cuenca, Alejandro Hernández
FOTOGRAFÍA. Rafael de la Uz
REPARTO. Rodrigo Sáenz de Heredia, Verónica Echegui, Denis Eyriey, Manuel Martínez Roca, Antonio de la Torre

http://www.lamitaddeoscar.es/


Óscar es guardia de seguridad en una salina. Tiene treinta años, vive solo y su existencia no pude ser más gris y monótona. Cada día, cuando termina su turno, vuelve a casa y lo primero que hace es mirar el buzón, pero nunca llega la carta que espera. Un día la rutina se rompe: Óscar va a la residencia de ancianos donde vive su abuelo, enfermo de Alzheimer, y resulta que ha sido trasladado al hospital. Cuando la directora le anuncia que han avisado a su hermana, se queda petrificado porque hace dos años que no sabe nada de ella.


8 comentarios:

Orgasmo de Rotterdam dijo...

No nos podemos olvidar del impresionante papel del abuelo moribundo. Si alguien no ha visto el rostro del alzheimer tiene que ver al menos un buen trozo de esta película.
Si alguien no ha sentido la soledad de una salina que vea esta película.
Si alguien se quiere perder tal vez se encuentre en algún acantilado.
El resto es otra historia. No coment.

Anónimo dijo...

Hablar del impresionante PAPEL del abuelo con alzheimer, es perder el concepto de lo que es actuar. Aqui no hay ninguna actuación el abuelo, tiene alzheimer y está moribundo, no actua, está en esa situación, simplemente la cámara lo recoge.

Orgamo de Rotterdam dijo...

Es cierto, Anónimo, hacer de sí mismo no es actuar aunque todos representamos papeles dependiendo de la edad y el momento y el lugar. El viejo, además, si realmente tiene alzheimer, pues no es consciente de su papel. No deberíamos hablar de actor, es cierto. En cualquier caso no dejaría de tener su papel en la película. Y por ello no actua.
Recojo una máxima de Bresson:

No a los actores (No a la dirección de actores. No a los papeles. (No a aprenderse los papeles). Sino el uso de modelos sacados de la vida misma. Ser (modelos) en lugar de parecer (actores).

Anónimo dijo...

Menos mal que el director es un admirador de John Ford, que si fuera de Manuel de Oliveira.............

Me ha parecido pretenciosa, no creible, que cuenta una historia muy traida por los pelos, confundiendo la profundidad de las ideas con la pobreza del diálogo. Lo mejor, los paisajes de Almería; y lo más vivo, la escena del taxista. Lo demás, casi, casi, para olvidar.

Colombina dijo...

Orgasmo de Rotterdam, leyendo la máxima que dices de Bresson, me viene a la mente Paco Mnez.Soria, cumple todos puntos.
Mi máxima a este respecto es: prefiero ver una película con actores que interpreten un papel creible.
La Mitad de Oscar me parece una película con actores mediocres, con silencios gratuitos (sera que hay poco que decir?), con bastante metraje de sobra para lo que cuenta. Y las postales de Almería bonitas, pero y que?
Pensar que hay programada una película española, cada vez me asusta más...

LOHENGRIN dijo...

Resulta curiosa la animadversión que aún existe con el cine español. El cine es el cine y punto, da lo mismo la nacionalidad. En el caso de la película del lunes, creo que es muy digna y salvo la última parte, podría decirse que hasta notable. De postales nada. Cualquiera que entiende un poco de fotografía se habrá dado cuenta que cada encuadre es una foto. Lo más destacable sin duda alguna es la fotografía. En cuanto a los actores, creo que están bien en sus papeles (que los personajes tengan o no interés es otro tema). Cada fin de semana se estrenan en España 5 ó 6 películas peores que esta. Hay que saber valorar las cosas y no hacer críticas a tontas y a locas.
Un saludo.

Elgen dijo...

Parece que hay dos bandos en esta discusión. Me pongo de parte de Anónimo y Colombina. Desde luego se nota que el director sabe la teoría del cine y hasta creo que la enseña. Otra cosa es que sepa hacer cine...interesante. De momento parece que no. La película es un ladrillo. El director se da cuenta y para animar la cosa mete con calzador un asesinato y un incesto, a ver si así. Pero ni por esas.

Anónimo dijo...

Martín Cuenca tiene otra hermosa película del 2003, "La flaqueza del bolchevique", donde el lolitismo pone a prueba a un Humbert Humbert del país. Aquí nos narra una historia de incesto, al tiempo que nos presenta una galería de personajes exilidos en ese cabo de Gata-fin del mundo, con un asesinato sin sentido, como suelen ser la moyoría de los crímenes. Lo mejor, el modo de contar. Lo menos potable, la historia de pasión fraterna.