18 de octubre de 2011

Entrevista con Mathieu Amalric



¿De dónde le vino la inspiración para realizar "Tournée"?

Lo cierto es que me llegó a través de Laetitia Gonzalez y Yael Fogiel, los productores, quienes cuando aún me encontraba mezclando "La Chose Publique" (alrededor de 2002) me dijeron: “Y bien, ¿qué será lo próximo?”. Su interés me conmovió. Me marché unos días con Marcelo Novais-Teles, un amigo con quien me gusta intercambiar ideas. Se trataba de un texto de Colette, "The Other Side of Music-Hall", que llevaba tiempo acompañándome, el que de repente salió a la superficie. Eran una serie de notas escritas para un periódico, durante una gira, que fueron publicadas como una serie. Sketches brillantes de su vida como actriz. Una especie de pantomima escandalosa. Por aquel entonces, Colette tenía entre 33 y 39 años, e iba de pueblo en pueblo. “Corrimos al hotel, al agobiante vestuario, y hacia las cegadoras luces. Corríamos impacientes, cacareando como aves de corral, con la ilusión de vivir rápido, de ser dulces, de trabajar, de apenas pensar, de no cargar con lamentos, ni remordimientos, ni recuerdos..." Buscamos los equivalentes contemporáneos en el striptease, en la vida nocturna. Pero no encontrábamos a nadie que tuviera esa atracción por el movimiento, ese sano gusto de Colette por la provocación. Alguien rebosante de salud, que hiciera una declaración de libertad por el cuerpo. Todo lo que encontrábamos nos traía de vuelta a historias de necesidad, a los presos.

¿Fue entonces cuando pensó en las chicas del New Burlesque?

De hecho, fue gracias a un artículo, a doble página, publicado en Libération que hablaba de su actuación la noche anterior en el Zèbre, un cabaret parisino. Había fotos de Dirty Martini, el personaje con el estilo más cercano a Fellini, y de Kitten on the Keys, el que toca el piano. Al ver este artículo, de repente, tuvimos la sensación de que Colette estaba allí, en esa tórrida sensualidad juguetona y, esa afirmación íntima y política de la belleza potencial de cada uno de los cuerpos, independientemente de cuál fuera su edad. El peligroso placer de la interpretación, la timidez, la valentía física, la fragilidad tentadora… Todo ello estaba presente dentro de esa doble página.Ese fue el comienzo. Estábamos en esa fase en la que únicamente con unos recortes de periódico y algunas fotos, podíamos dejar que volara nuestra imaginación. Antes de encontrármelas desnudas, quería tener una historia. Y fue justo entonces cuando el productor independiente francés Humbert Balsan se suicidó. Su muerte me impactó y me hizo pensar en la fragilidad que tenemos como mortales. ¿Qué haces cuando una fuerza de resistencia como él desaparece?

Aparentemente no existe ninguna relación entre ambos acontecimientos.

Por supuesto, pero es a menudo el choque de dos elementos lo que da lugar a una historia. Al principio de un modo sutil, pero poco a poco empieza a obsesionarte, y esa obsesión se va autoalimentando, hasta convertirse en algo importante. Marcelo y yo siempre habíamos explorado otra vía: Mi fascinación por los productores, su locura y su valentía. ¿Dónde encontraban la fuerza para continuar? Y así fue como se produjo la unión y surgió la historia de un hombre que lucha contra su melancolía. Un ex productor de televisión que, gracias a esas chicas, regresa a su país para hacer que triunfen y, a través de su éxito, lograr su resurrección. ¿Quién quiere seguir siendo un príncipe sin reino, y sin poder? Además de que su libertad no tiene ningún sentido. Un hombre sin hogar, que ya no sabe si aferrarse significa saber cuándo dejar el escenario (lo que ha hecho), o cuándo permanecer en el centro de atención (lo que han hecho sus amigos).

"Mange ta soupe" es una película sobre tu familia, "Le Stade de Wimbledon" mostró a la mujer que amaba. Por primera vez te diriges en "Tournée". ¿Es esto un paso hacia el autoretrato?

Dios mío, no sé, realmente no he pensado en ello. Yo no quería actuar en "Tournée". Todo el mundo, excepto yo mismo, parecía saber que terminaría haciéndolo. Se convirtió en una broma que no me hacía ninguna gracia, porque realmente estaba buscando a alguien para el papel de Joachim. Y cuando ya sólo faltaban 3 semanas para que empezara el rodaje, a pesar de mis dudas, y protestas iniciales, terminé siendo yo el elegido para el papel.

¿El hecho de que tuvieras un papel en la película hizo que afrontaras la dirección de un modo diferente?

Sí, debo admitir, que era muy práctico, y además me ayudó a crear una complicidad divertida. Podía provocar el movimiento, generar y recibir sorpresas. Estando dentro del plano sabes cuándo es el momento de hacer que el drama pase al primer plano. Por ejemplo, durante la escena en el tren, al comienzo de la película, me dije: "OK, te gusta Ophüls, y al igual que en 'El placer', te gustaría ver a todas estas mujeres somnolientas y lascivas en un vagón. Pero eso no es suficiente para una escena!". Así que cogí el teléfono y empecé a gritar. Un actor sabe cuándo puede ir más allá. Y en seguida, las chicas y el maravilloso Roky me siguieron la corriente.A Christophe Beaucarne, el director de fotografía, y a mí nos preocupaba una cosa: lograr que el espectador se identificara con los personajes sin que le importara quien estaba dirigiendo la película. Era como una obsesión que se tradujo en algunas preguntas muy específicas sobre la dirección: La distancia correcta, el criterio, cordialidad, la fluidez de movimientos, y el sonido en vivo.

El tema del documental y el drama se repite varias veces a lo largo de "Tournée"...

Todo el rato. La pregunta surgió durante el proceso de escritura, luego durante la pre-producción, que por cierto, me resultó muy complicado disociar de la dirección. Decidir dónde gastar el dinero ya forma parte del trabajo de dirección; ahí es donde, de hecho, se define la película y se arma el proyecto.Luego tuvimos la intuición de preservar esa energía espontánea, algo vital para los shows. Debíamos prepararnos para una gira de verdad. La cámara no sería suficiente para las chicas, necesitaban un cabaret. Dormiríamos en los hoteles en los que luego rodaríamos.De Le Havre a Rochefort, pasando por Nantes, hacíamos un espectáculo gratuito para todo aquel que firmara una autorización. De otro modo, nunca podríamos haber conseguido todos esos extras. Sólo teníamos dos horas y media para rodar cada secuencia, incluso las que incluían diálogos. Eso suponía una urgencia, una precisión que, paradójicamente, reforzó el drama. Todos los shows eran con público y la dirección se construyó en torno a eso. Había momentos extraordinarios, tantos que el primer montaje duraba 3 horas y 15 minutos. Y después de eso surgió una lucha entre el drama y el documental, con el editor Annette Dutertre. Y como era de esperar - a veces, aunque con remordimientos terribles - el drama, los personajes se convirtieron en la fuerza central.

La película muestra lugares que normalmente vemos de paso, como las cadenas hoteleras. ¿Por qué decidió filmar en esos espacios “neutros” en la Francia de provincias?

Colette hablaba mucho de esos lugares en los que no ves nada. Eso es lo que sientes al estar de gira. Estás en un sitio sin estar ahí realmente. Y me di cuenta que surgió un malentendido divertido: Joachim soñaba con América, mientras las chicas fantaseaban con Francia y con París, sin apenas ver nada.

Por muy extraños y vacíos que parezcan, los hoteles de "Tournée" se erigen como lugares alegres y abandonados. ¡La película es realmente una comedia!

La comedia depende del momento. Por un lado Joachim es muy hermético, pero por otro, las chicas del New Burlesque tienen la habilidad de transformar cualquier lugar en una fiesta. Nunca se regodean en lamentos. Me encantan los actores dramáticos, la gente a la que le gusta hacer reír a los demás, aquellos que van demasiado lejos, pero que aún así necesitamos tener a nuestro alrededor. Siempre temo que terminen cayendo en la desesperanza. Con las chicas de la compañía, ocurre lo mismo. No fue necesario que nos contaran su pasado, sus rostros y cuerpos cuentan su propia historia. Y, a pesar de todo, tienen el don de transformar un aburrido hotel en un lugar de deseo.

¿Existe un manual para filmar a mujeres?

No creo en los realizadores que dicen saber qué ocurre en el interior de la cabeza de las mujerers. Prefiero pensar que el cine nos permite despertar al adolescente que todos tenemos dentro y que fantasea con las habitaciones de las chicas. Uno de los momentos que más recuerdo del rodaje, es cuando Mimi está contando a Dirty Martini, en la terraza, su aventura en el baño. Rodamos varias tomas, todas ellas giraban en torno al carácter de Mimi que aparecía con muestras de vergüenza en su rostro y taciturna, a la vez que se iba animando al contárselo a su amiga; esa era la escena inicialmente planeada. Bien. Estábamos a punto de pasar a otro plano cuando me asaltó un impulso: “Mimi, ¿por qué no le cuentas a Dirty Martini lo que acabas de hacer?” Mimi lo recuerda con sus propias palabras, acto seguido Dirty reacciona de un modo exagerado. Y ahí estoy yo, detrás de la cámara, con los auriculares puestos, y gracias a su gran generosidad y alegría, ¡pude entrar en la habitación de las chicas!


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