25 de agosto de 2019

Too Old To Die Young



Esta semana comienza el festival de Venecia. Varios de nuestros conocidos en el cineclub presentan película. Roy Andersson, del que pudimos ver Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia, León de oro en 2014. Roman Polanski, Hirozaku Kore-eda, Palma de oro en Cannes con Un asunto de familia, obra que vimos el pasado 18 de marzo, etc.


En Venecia Paolo Sorrentino presentará dos episodios de “The new pope”, continuación de la serie anterior, El joven papa. Las series y las plataformas con sus estrenos están presentes en los festivales, incluso en Cannes, donde hace unos meses Nicolas Winding Refn estrenó Too Old to Die Young, su primer trabajo para la televisión.


Aquellos que estén familiarizados con el peculiar estilo del director de Drive (2011) y The Neon Demon (2016) no quedarán defraudados. Quien quiera acercarse a esta miniserie o película de larga duración (como la define el propio director), quedará deslumbrado ante el apabullante poderío técnico de la obra. Nicolas Winding Refn despliega en todo su potencial aquello que había estado explotando en sus últimas películas: el tratamiento del tiempo, el hieratismo de los personajes, los destellos de ultraviolencia y la cuidadísima estética.


Una gran obra que está llamada a cambiar la historia de la televisión como hizo en su día Twin Peaks, de David Lynch.




Too Old To Die Young


Un plano fijo encuadra la pared de un tugurio en la que aparece un paisaje naif de un desierto mexicano con sus palmeras y su amplitud infinita. La cámara gira lentamente hacia la izquierda con un movimiento parsimonioso sobre luces de neón que brillan sobre un coche de policía en el que los agentes Martin (Miles Teller) y Larry (Lance Gross) observan apoyados en el capó. La cámara se detiene en el rostro indiferente de Martin, el hierático protagonista absoluto de la serie, retrocede un poco antes de cambiar el plano en el que aparece el parabrisas de otro coche en el que los reflejos de los neones apenas dejan entrever a Jesús (Augusto Aguilera). Un lento retroceso de la cámara de Darius Khondji que acaricia el capó del deportivo sigue a un desplazamiento hacia atrás, un poco más rápido, hasta que se detiene para terminar enfocando, en un bellísimo plano general, a los dos policías delante del paisaje visto al principio. Todo ello acompañado por los monótonos compases de la música electrónica de Cliff Martínez. Se vislumbra el drama, algo está a punto de pasar y se nos antoja que no va a ser bueno. Ni una sola línea de diálogo, sólo puesta en escena.


Este es el primer plano de Too Old To Die Young, la nueva obra maestra de Nicolas Winding Refn.


JAMM. Agosto 2019


1 comentario:

farrel dijo...

hola..he visto los dos primeros capítulos....solo puedes ver uno por día..te hipnotizan..te apasionan .y a veces te exasperan .los amas y los odias...secuencias de una lentitud extenuante sustentadas por planos de una belleza que te duele, luces rojas , música electrónica que nunca termina y te hipnotiza ..personajes que a modo de escultura esperan , siempre esperan y siempre pasa algo en una historia que te puede sonar de Lynch y al mismo Refn en The Neon Demon, un puticlub con chicas sentadas o de pie bajo una nube de neones, esperando como aquellas modelos de Neon demon, la misma escena, una son putas las otras modelos..en cualquier caso es la mujer exhibida y utilizada impúdicamente......y luego sueñas por la noche con la hermosa mujer del espejo que siempre está ahí, Magdalena, un espíritu dentro de este película que mezcla lo sobrenatural con lo mas prosaico , la muerte.
Seguiré viéndola a pequeñas dosis...Salud.