TÍTULO ORIGINAL. Jodaeiye Nader az Simin (Nader and Simin, a separation)
AÑO. 2011
DURACIÓN. 123 min.
PAÍS. Irán
DIRECTOR. Asghar Farhadi
GUIÓN. Asghar Farhadi
MÚSICA. Sattar Oraki
FOTOGRAFÍA. Mahmoud Kalari
REPARTO. Peyman Moaadi, Leila Hatami, Sareh Bayat, Shahab Hosseini, Sarina Farhadi, Kimia Hosseini, Babak Karimi, Ali-Asghar Shahbazi, Shirin Yazdanbakhsh
AÑO. 2011
DURACIÓN. 123 min.
PAÍS. Irán
DIRECTOR. Asghar Farhadi
GUIÓN. Asghar Farhadi
MÚSICA. Sattar Oraki
FOTOGRAFÍA. Mahmoud Kalari
REPARTO. Peyman Moaadi, Leila Hatami, Sareh Bayat, Shahab Hosseini, Sarina Farhadi, Kimia Hosseini, Babak Karimi, Ali-Asghar Shahbazi, Shirin Yazdanbakhsh
Simin y Nader, un matrimonio con una hija, deciden abandonar Irán en busca de una vida mejor. Sin embargo, en el último momento él se echa atrás debido a que a su padre le han diagnosticado Alzheimer y no quiere abandonarlo. Ella pide entonces el divorcio y, al no serle concedido, se muda a vivir con sus padres. Él, que se queda con la niña, decide contratar a una mujer que le ayude a cuidar a su padre. Pero un día, al llegar a casa, encuentra al anciano atado a su cama; a partir de ese momento, tanto su vida como la de la niña darán un vuelco.
10 comentarios:
Buena película aunque no obra maestra ni mucho menos desde mi punto de vista. Atrapa al espectador prácticamente desde el inicio y cobra fuerza el desarrollo a partir de la escena en la que el hijo descubre al padre abandonado y atado en la cama. En ese momento y con la ayuda de un MacGuffin tan hitchkoniano como cinéfilo (el supuesto robo del dinero), nos muestra una realidad social y universal (esta sociedad la hemos visto en otras obras o cómics como en Persépolis, con los ciudadanos más ortodoxos y los más europeos contrastando entre ellos). Aquí entramos en la búsqueda del "asesino" y el espectador, como en un thriller psicológico y moral o incluso de tragedia griega al ver cómo nuestro "héroe" entra en barrena, experimenta la mímesis y la katarsis.
En Berlin Isabelle Rosellini, heredera sanguínea del neorrealismo quiso ver en esta película el sumun y la adjudicaría presidiendo el jurado el Oso de Oro por encima del resto de obras.
Las actrices y actores están expléndidos, el montador ha hecho maravillas y las escenas finales culminan con inteligencia la propuesta, siendo el off final muy a tener en cuenta.
Yo tengo mis dudas respecto a esta película, incluso creo que me gustó más la anterior (A propósito de Elly); Nader y Sinim funciona como thriller, es inteligente, meneja bien el ritmo e, incluso, se le pueden perdonar las trampas. El problema es cuando la película se quiere ver como "neorrealista", entonces es cuando se le ven las costuras. No hace mucho vimos Lola, la película de Brillante Mendoza que muy bien nos puede servir como comparativa. Mendoza no engaña, no dramatiza, muestra y nada más. Farhadi saca de la manga una trampa (el atropello) para cuadrar bien la trama, lo que no le impide que sea nominado al Oscar por el mejor guión.
JUAN
lo que mas me interesa de la pelicula es la posicion contrapuesta de los dos hombres, la dialectica de las posturas, la verdad contra la mentira, la fe contra la razon, el poder contra la opresion. aqui el paria sigue siendo el hombre cargado de responsabilidad y orgullo.
estoy seguro que esta pelicul refleja exactamente como es y como se vive en la actualidad en Iran He aprendido mucho de esta pelicula, entiendo un poco mejor ahora al pueblo iraní, a todos, los religiosos y los menos religiosas, no me parece que las mujeres llevaran el pañuelo como una carga, las mujeres parecian orgullosas y libres. los hombres son orgullosos y por eso no son tan libres.
¡Cielos Farrel, creo que hemos visto una película diferente!
Yo he visto que no hay verdades ni mentiras absolutas en ninguno de los dos representantes de grupos sociales en conflicto, que ambos saben que se equivocan y aún así no se resignan a no sacar provecho de una situación que se ha tornado desfavorable, uno para librarse de los acreedores, el otro para ganar a su hija. Lo mejor para mí, la universalidad de la historia. La peculiaridades culturales, una anécdota.
El truco de la ocultación de hechos lo han practicado maestros como Hitchcock, para así alcanzar el climax de todo suspense. El propio Farhadi lo ultilizó de otra manera en "A propósito de Elli", su ensayo antonioniano. Con todo, la labor de todos los actores raya a gran altura, incluidas las niñas, y lo que cuenta del entorno social, policial, judicial de Irán contribuye a romper prejuicios soberbios de occidentales, pero no oculta para nada las contradicciones, las clases sociales y el peso del rigorismo religioso en cualquier hecho cotidiano. Irán está lejos de ser Arabia saudí, pero se encuentra atenazado en una prisión de integrismo religioso que choca con una cultura milenaria y rica.
Por cierto, la peli se cierra con otra ocultación, la decisión de la hija entre los divorciados.
La película esta traspasada por el deber moral profundo que rige la vida cotidiana de algunos protagonistas (el padre, la hija,…) que no se contradice con las medias verdades que, a veces tienen que decir, para preservar la verdad auténtica que cada uno sabe. Y aun esta cede ante otro valor superior: la relación cordial (de corazón) con sus seres queridos. Así que es una película moral y afectiva.
“¿Qué más da lo que hagas por tu padre, si ya no te reconoce?” Y Nader responde con la mayor naturalidad: “Sí, mi padre ya no sabe quién soy yo, pero yo sé muy bien quién es mi padre”
Vaya por delante que la película me ha gustado mucho, pero quisiera comentar una escena concreta.
No sé si aparece realmente en la película o me la he imaginado. Es un plano medio o quizá largo. Se ve una habitación a través de una ventana y en ella una de las mujeres protagonistas que va a salir. Así que por un momento le vemos ¡la cabeza descubierta! Es solo un instante porque en seguida se la cubre con el pañuelo. Si esta escena es real, se podría comparar con los pre- desnudos del cine español de los años 60: un muslo, un escote, un omoplato…
A Elgen,
La frase que has recordado tiene una gran fuerza. Esa escena, no por su nivel técnico pero sí por el diálogo, es brillante. ¿Te imaginas que tras esa frase nos hubiera colocado un primerísimo plano de un objeto inatrascendente, el humo de un cigarro...? El goce requiere un tiempo muerto y las palabras, cuando tienen esa fuerza, también.
Anónimo, es posible que ese tiempo muerto posterior hubiera subrayado la fuerza de la frase. Pero a mí, lo que más me gustó es, precisamente, que no se hiciera ese subrayado,que se dijera con la mayor naturalidad, sin ninguna grandilocuencia y que después la acción continuase normalmente. Porque en las palabras de Nader no había retórica sino verdad.
El problema de la dependencia aparece en muchos de los films que estamos viendo este año, lo que da a entender que las enfermedades degenerativas de los mayores van siendo un importante problema social, económico y familiar. Frente al duro dilema que plantea un cuidado intensivo del enfermo, en el que la mujer suele ser la resignada víctima obligada por las convenciones sociales a sacrificar su propia existencia, la película de Farhadi expone, en un prólogo que es lo mejor de toda la película, dos posiciones encontradas: la necesidad de huir, escapar (en este caso a un indeterminado país extranjero, cuyo nombrre no importa porque lo que se busca es liberarse de la insufrible carga del dependiente), y la de asumir fatalmente la responsabilidad adquirida por parentesco. Tal es el punto central del divorcio de la pareja, pues no hay otros motivos aparentes en su separación. Con esta decisión viene emparejada la decisión de la hija a la hora de verse obligada a elegir entre los progenitores.
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