
TITULO ORIGINAL. Les Amours d'Astrée et de Céladon
AÑO. 2007
DURACIÓN. 109 min.
PAÍS. Francia
DIRECTOR. Eric Rohmer
GUIÓN. Eric Rohmer (Novela: Honoré d'Urfé)
MÚSICA. Jean-Louis Valéro
FOTOGRAFÍA. Diane Baratier
REPARTO. Stéphanie de Crayencour, Andy Gillet, Cécile Cassel, Véronique Reymond, Rosette, Jocelyn Quivrin, Mathilde Mosnier, Rodolphe Pauly, Serge Renko, Arthur Dupont, Priscilla Galland, Olivier Blond, Alexandre Everest, Fanny Vambacas, Caroline Blotière
Rohmer adapta al cine la más loca historia de amor de la literatura barroca del siglo XVII, "L’Astrée", de Honoré d’Urfé (1607-1628). La intriga, que se sitúa en un bosque maravilloso, en la Galia de los druidas del siglo V, relata los amores del pastor Céladon (Andy Gillet) y de la bella Astrée (Stéphanie de Crayencour). Traicionada por un pretendiente y convencida de la infidelidad de Céladon, Astrée se separa del joven que trata de suicidarse ahogándose. Ella lo cree muerto, pero él es salvado secretamente por las ninfas...
2 comentarios:
Una película como "Les Amours d`Astree et de Celadon solamente se la puede permitir un autor consagrado como Eric Rohmer y solamente se puede permitir a un autor consagrado como él. Pretenciosamente aburrida o aburridamente pretenciosa, elíjase el orden que se quiera.
En pleno siglo XXI, tratar de recrear, no solamente una novela pastoril en el lenguaje que los caballeros del siglo XVI imaginaban que hablaban los pastores, sino, aún más, cómo esos mismos caballeros pensaban que hablaban los celtas del siglo I A.C. resulta más que anacrónico. Los diálogos entre el amor gentil y el amor carnal, representado por el remilgado hermano de Celadon y su pavisosa compañera, frente a un gritón y gesticulante bardo que al mismo tiempo trataba de tocar toroemente una especie de bandurria, guitarra, laud, mandolina o lo que fuera, ya superaba claramente lo cursi.
Gracias a la belleza de los paisajes - por cierto, muy parecidos a los de nuestra montaña palentina - porque el resto, especialmente el vestuario, muy pobre.Parece que el productor, aprovechando unas gangas de la quincena blanca de....Galeries Lafayette, compró un montón de sábanas que repartió entre los actores para que se arreglasen con unas simples túnicas, ya que les debía durar toda la película.
A destacar la bella Astree, afortunadamente para el espectador tan descuidada con sus ropas mientras dormía, representada por una hermosa actriz, un poco sosa, el bello Celadon, que podía pasar de ser un "beau berger" a "une belle bergere" con un simple trapito que se pusiera en la cabeza, ayudado además por la pócima que para evitar el vello - este con uve - le preparaba el druida en una de sus famosas marmitas. Y las escenas medio lésbicas del final en las que Astree se entrega a besuqueos y manoseos varios, nada más conocer a la bella "hija del druida" a la que consuela en su enfermedad. Pero el consuelo llega cada vez más lejos, y al bello Celadon, ante tanta caricia, se le altera demasiado el ánimo y, repentinamente, en un grito contenido, Astree reconoce la masculinidad de su amado Celadon. Y telón. ¡ Menos mal que la película era de Eric Rhomer, que si no....!
(En homenaje al casi siempre clarividente y vitriólico Carlos Boyero)
Muy bueno el comentario anterior. La pena es que no creo yo que Eric Rohmer vaya por ahi, sino más bien sus intereses son otros. El homenaje a Boyero me sorprende dada la calidad del escrito, infinitamente superior a las majaderías que suele escribir ese "critico" habitualmente.
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