
AÑO. 2004
DURACIÓN. 150 min.
PAÍS. Francia
DIRECTOR. Arnaud Desplechin
GUIÓN. Arnaud Desplechin & Roger Bohbot
MÚSICA. Grégoire Hetzel
FOTOGRAFÍA. Éric Gautier
REPARTO. Catherine Deneuve, Emmanuelle Devos, Mathieu Amalric, Magalie Woch, Maurice Garrel, Nathalie Boutefeu, Jean-Paul Roussillon, Hippolyte Girardot, Noemie Lvovsky, Elsa Wolliaston
Aclamada mezcla de tragedia, comedia y melodrama que sigue la historia sentimental de Nora (Emmanuelle Devos), una madre burguesa que lleva una galería de arte, y de su antiguo amante, un violinista llamado Ismaël (Mathieu Amalric). Obtuvo 6 nominaciones a los premios César.
8 comentarios:
este regalo en forma de pelicula, esta genial exposición plano tras plano de la natualeza humana, esta tragicomedia deliciosa, ha sido, para mí, lo mejor de este curso de nuestro cineclub. si contemplamos como un solo ser a los dos personajes, Nora e Ismael, los unimos en una sola criatura, nos damos cuenta de lo que trasciendeen esta pelicula. la esencia , el ser de ese cuerpo físico que es Nora, carente de toda alma, es ismael, ese personaje fabuloso que se ha inventado el director y que te hipnotiza con su presencia, ese ser que todos debieramos llevar dentro, esa alma noble y libre que en el epilogo quiere habitar el cuerpo de Elias. Quiero ver otra vez esta pelicula y meditar mucho, entre otras cosas, sobre si de verdad la mujer no tiene alma.Yo opino lo mismo que el director : que no.Su propia naturaleza lo demuestra.
A farrel: cuando dices la mujer, ¿te refieres a la mujer de la película o a la mujer en general? La ambiguedad de tu frase ¿es casual o intencionada?.
La protagonista es sin duda la reina de la manipulación. De ese tipo de gente que cuando pide, parece que esta regalando. Una devoradora de vidas, de almas...hasta que te exprime, te mata y busca otra presa.
En mi opinión y siguiendo el hilo de los anteriores comentarios, este tipo de personas no tiene género (Ni Nora ni por supuesto Ismael).
La película me conmovió, me puso un nudo en la garganta, me gustó mucho.
También creo que necesita una segunda visión, aunque no para sacar de dudas al siempre misógino Farrel. Para ver si la mujer tiene o no alma, es cuestión de que des un repaso a las féminas que te rodean y ya me contarás...
Pues, con todos los respetos a las anteriores críticas, a mí la película no me ha gustado. Me ha parecido una historia muy artificiosa, hecha a medida, para el lucimiento de los actores, que casi obliga a decir frases como: “un auténtico ’tour de force’interpretativo”, “impresionante variedad de registros” ...e incluso esa tan antigua de “una gran dama de la escena”. Es decir una película falsa. Eso sí, “bien hecha”.Y desde luego, demasiado larga.
no tener alma no es tan malo, de verdad, a veces cargar con un alma atormentada es mejor que cargar solo con un cuerpo. ya veis que bien le iba a Nora que no necesitaba alma alguna. no me considero misógino por pensar esto, al contrario, doy mi alma a cuando amo a una mujer.la mujer solo da el cuerpo, que ya es bastante. volviendo a la peli, la escena del tiroteo en la tienda del padre de ismael fue genial, a eso se refería ismael con lo de tener alma, alma como la de su padre. en fin, y una ultima opinion, lo del sarpullido de Nora en el vientre era psicosomático.Lo del primo adoptado es una pedrada del director que algo tiene con las adopciones que no se bien lo que es. Salud
perdón , en el comentario de antes quise decir, que es peor no mejor, es peor cargar........
La femme fatal era, en el cine, la rubia ambiciosa del cine-negro. En el cine francés tiene también larga tradición. El desaparecido Chabrol utilizó también este arquetipo en sus irónicas historias sobre la familia burguesa de provincia. Pero Desplechin tiene a la familia como único argumento de su filmografía. Aunque se desenvuelve con soltura, hay algo de "construido", de juguete mecánico, a pesar del formidable trabajo interpretativo de Devos y Amalric. A mi entender, se queda muy lejos del Bergman que todos recordamos. Por último, lo peor de Desplechin es su tendencia a resolver con ternura los "supuestos infiernos" del núcleo familiar y acaba siempre salvando la institución con algún personaje bueno.
Antes de nada pido excusas por la extensión del comentario, acorde con el metraje de la película que nos ocupa.
Las evidentes influencias de Bergman en el cine de Desplechin, por él mismo reconocidas, creo que son ampliamente superadas por otras, también por él reconocidas, que son las de Jean Renoir y Francois Truffaut; los personajes que interpreta Almaric en sus películas así lo demuestran, lo mismo que las difíciles relaciones paterno-filiales. Quizás ese componente, podríamos llamarlo nihilista, sea lo que más le aleje del cine del director sueco, no restándole por ello ningún merito, dado que los caminos por los que transita Desplechin difieren bastante de los del maestro sueco, a pesar de sus influencias. El mismo Bergman decía del cine de Tarkovski: “Yo me he pasado la vida golpeando a la puerta de ese espacio donde él se mueve como pez en el agua”, refiriéndose a la naturalidad absoluta con la que el maestro ruso se movía en el espacio de los sueños. Desplechin logra en esta película moverse muy a gusto en ese espacio, como lo demuestra la secuencia de la clínica en la que E. Devos espera sentada en un banco, apareciendo la figura de su marido-amante-poeta de forma natural sin tener que utilizar ningún recurso efectista (Desplechin tiene una rara habilidad para unir los vivos con los muertos de manera natural). Hay otros momentos así en la película que nunca rechinan, como los flashback que son introducidos sin forzar nunca la narración y que se resienta su frenético ritmo (un ritmo conseguido con las ideas, no con el simple corte en el montaje).
Reyes y reina está considerada como una de las obras fundamentales de lo que va de siglo (estoy de acuerdo aunque mis gustos vayan por otros lados). Cada vez estamos viendo más un tipo de película en la que se intenta desmontar o reinventar el melodrama o el cine de género (parece que la última Edición de Cannes así lo demuestra) y alejarse del tipo de cine “bressoniano” de los últimos años, con resultados dispares, evidentemente. Desplechin, en vez de restar, suma y consigue lo que se propone haciendo convivir el drama con la comedia, utilizando todos los recursos de puesta en escena y de narración. Otras películas fundamentales como Werchmeister Harmoniak de Tarr, Un couple parfait de Suwa o Millenium Mambo de Hou-Hsiao-Hsien lo son por su belleza y por su perfección formal, pero Desplechin no es un virtuoso de la cámara como ellos (intentó hacer su obra más “artística” con L’Aimé y fracasó), su mejor virtud quizá sea el saber saltarse y sortear todo tipo de convenciones. Reyes y reina es una obra maestra de la desmesura (una obra maestra al fin y al cabo), una obra llena de aristas, matices, momentos sublimes (el epílogo) y otros difíciles de encajar, como muy bien dice Farrel de la secuencia de la adopción del inclasificable primo. Yo creo que Reyes y reina es una película que no se agota en un solo visionado y que va creciendo a medida que la revisitas. Lo digo por propia experiencia.
JUAN
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