3 de diciembre de 2012

TÍTULO ORIGINAL. La mirada invisible
AÑO. 2010
DURACIÓN. 95 min.
PAÍS. Argentina
DIRECTOR. Diego Lerman
GUIÓN. Diego Lerman, María Meira
MÚSICA. José Villalobos
FOTOGRAFÍA. Álvaro Gutiérrez
REPARTO. Julieta Zylberberg, Osmar Núñez, Marta Lubos, Gaby Ferrero, Diego Vegezzi, Pablo Sigal

Argentina, 1982. En tiempos de dictadura y represión, María Teresa trabaja en un Colegio Nacional de Buenos Aires. Un día, persiguiendo un vago, quizá inexistente, olor a tabaco, se esconde en los baños de los chicos para sorprender a los que fuman y llevarlos ante el director; poco a poco esto se convierte un hábito oscuramente excitante. Nada pasa inadvertido a su mirada: la mirada del carcelero, del amo... o de la perversidad. No es de la violación de las reglas, sino de su aplicación a ultranza, de donde surgirán la torsión y el desvío, de la rigurosa vigilancia de una completa rectitud, de la custodia inflexible de una normalidad total y atroz.


4 comentarios:

Atagualpa Youpunki dijo...

Me juego mi colección de piedras de riñón a que si visitas el Colegio Nacional bonaerense hoy, en 2012, te encontrarás con el mismo sistema cuartelero aplicado a unos alumnos de uniforme, hijos de la clase media.
La pregunta del millón es ésta:¿Era tan importante remarcar el momento histórico de 1982?. Por lo que los personajes expresan, lo msimo podría haberse situado en la prehistoria, porque no hay evidencia de patriotería, ni de verdadera rebeldía. Sólo chicos integrados y una ujier a la que acosa el picor del sexo y confunde la labor de vigilancia con el puro voyeurismo. Para contar esta historieta de libidos reprimidas, violación y crimen no hacía falta el borracho general Galtieri ni su desastrosa guerrita de las Malvinas contra los soldados de la Thatcher.

Señor Biasutto dijo...

Pelotudos,no entendés un carajo


1.El Argentino no saluda: te dice, ¿q'' haces boludo?

2.El Argentino no se cae: se va a la mierda

3.El Argentino no es ahorrativo: es un canuto

4.El Argentino no espía: es un mirón

5.El Argentino no se enamora: esta hecho un pelotudo

6.El Argentino no te convence: te hace la cabeza

7.El Argentino no da besos: te rompe la boca

8.El Argentino no bebe: chupa

9.El Argentino no acaricia: franelea

10.El Argentino no molesta: rompe las pelotas

11.El Argentino no se baña: se pega una ducha

12.El Argentino no se alimenta: come como un hijo de puta

13.El Argentino no se enoja: se calienta

14.El Argentino no te golpea: te caga a palos

15.El Argentino no da órdenes: te caga a pedos

16.El Argentino no tiene amantes: tiene amigovias/os

17.El Argentino no tiene ganas de hacer pis: se está re-meando

18.El Argentino no sufre de diarrea: se caga encima

19.El Argentino no fracasa: se jode

20.El Argentino no sale corriendo: sale cagando

21.El Argentino no se ríe a carcajadas: se caga de risa

22.El Argentino no tiene problemas: tiene quilombos

23.El Argentino no va rápido: va a los pedos

24.El Argentino no es molesto: es un hincha pelotas

25.El Argentino no es un tipo alegre: es un copado

26.El Argentino no esta aburrido: esta al pedo

27.El Argentino no es listo: es un vivo

28.El Argentino no hace algo mal: le sale para el orto

29.El Argentino no habla claro: te bate la justa

30.El Argentino no es cualquier cosa: EL ARGENTINO ES UNA MASA!!!


L

Elgen dijo...

Película plana, sin matices, de final forzado para que encaje en el esquema que previamente se ha hecho el director. La única escena que me sacó del vacío fue la de la primera vez que el señor Biasutto y la señorita Rottenmeier se ven de improviso ocultándose en las letrinas; que, por otra parte, es la única vez (exceptuando la escena del grifo) que la señorita Rottenmmeier esboza una sonrisa.

Orgasmo de Rotterdam dijo...

Foucault ya escribió suficiente sobre la escuela y el poder, en la tercera parte de su obra “Vigilar y castigar” da buena muestra de ello. Este clásico hace que el planteamiento de Diego Lerman se reduzca a la nada. Los picados en los que vemos a la protagonista pisar el ajedrezado del suelo y los paneos que muestra son las técnicas más sutiles que utiliza en la filmación, amén de alguna que otra mirada que quiere parecer sutil y las escenas del baño en primer plano.
Pero de entre todo habría que hablar del final (como señala Elgen). Del apuñalamiento y el discurso de archivo que nos muestra. Dos excesos con los que remata la faena de la peor manera posible, con la muerte del malo malísimo dentro y fuera de la institución.