EN OCASIONES HAY PELÍCULAS QUE SANGRAN POR LA HERIDA, realizadas desde la amargura personal de quien apenas se siente entendido y asume que muy pocos aceptarán lo que quiere decirnos. Películas como Mi cielo de Andalucía (1942), hecha desde el exilio por Ricardo Urgoiti, tras escapar de su país durante la guerra civil por el miedo a ser detenido o asesinado a manos de cualquiera, ya que en su caso habría dado lo mismo en la medida que nadie parecía dispuesto a considerarle un tipo de fiar. Delitos: ejercer el libre pensamiento en un mundo marcado por la bipolaridad de las ideas y de los hechos; no aceptar los alineamientos políticos que pudieran conducir a la justificación de la violencia; sentirse incómodo con la idea de españolidad asociada a la muerte de la inteligencia o a los fervores populacheros de la masa...

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