¿Cuál creéis que es la función de la música en Cuando fuimos brujas? ¿Y la de los relatos orales?
CRP: La música y los hechizos van muy unidos… como decía José Bergamín en La importancia del demonio, lo demoníaco es de “naturaleza aérea”. Los demonios son esencialmente comunicadores, “criaturas destinadas a intervenir y a interllevar mensajes entre los hombres y los dioses: por eso eran indiferentemente buenos o malos”. Letanías y cánticos sirven para mediar en esta dimensión aérea-demoníaca, porque “la palabra y la música son por el aire”. Hermés, dios del aire, “es como una personificación de todos los demonios” y, como tal, se le atribuye “la invención de la música y de la palabra. Porque Hermés quiere decir, como nos recuerda Bergamín, “palabra celeste”. Y más cosas que dice Bergamín: “Un gran conocedor del Demonio, San Ignacio, nos advierte en sus Reglas para en alguna manera sentir y conocer las mociones que en el ánima se causan y con mayor discreción de espíritus, de cómo pueden conocerse estos espíritus, buenos o malos, al oído o por el oído, finamente, aguzándolo: por el sonido, por una especie de sonoro tacto (…). Que eso pudiera ser, en definitiva, la poesía y la música, lo mismo infernal que celeste: una especie de sonoro tacto”. En resumen, no podía haber sido más adecuada la elección de Björk para el papel de brujilla canturreadora.
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