
AÑO. 1988
DURACIÓN. 116 min.
PAÍS. Hungría
DIRECTOR. Béla Tarr
GUIÓN. Béla Tarr, Laszlo Krasznahorkai
MÚSICA. Mihaly Vig
FOTOGRAFÍA. Gábor Medvigy (B&W)
REPARTO. Miklos Szekely, Gyula Pauer, Hedi Temessy, Guorgy Cserhalmi
Karrer vive una vida retirada en una comunidad minera en la cual todas sus tardes terminan en el bar Titanik. El dueño del bar le ofrece ser parte de una operación de contrabando, pero él pasa el trabajo al esposo de la cantante del bar.
3 comentarios:
Hola.
Como siempre este director no dice ni donde ni cuando ni el porqué. se supone que se trata Hungría, antes de la caída del telón de acero,(malditas fechas, con lo bien puesto que estaba ese telón).
La forma de rodar ya la conocemos,panorámica lentísima que nos acerca al personaje que se fuma un cigarrillo.Si bien este recurso es muy atarctivo visualmente y a veces explicativo desde el punto de vista narrativo, el exceso de su utilizacion llega a ser muy cansino, mucho. Tan cansino como la musica o el baile final, ya sabemos que el director con esos planos secuncias tan largos y con la musica machacona quiere que el especatador sienta o padezca la misma condena que sienten o padecen los personajes a tiempo real. Como documento antropologico la escena del baile es estupenda. La mezcla de personajes de todo pelo, mayores jovenes, gordos, guapos, gitanos, rubios, resguardados de la lluvia y despues en el baile reflejan la unión de una sociedad que fue y que supongo ahora no puede ser (por culpa entre otras cosas de la caida del telon y del advenimiento del nuevo orden mundial hipercapitalista)
El tratamiento erótico es lo mejor de la pelicula. El deseo y el sexo siempre motores del mundo . Y una mujer, qué pena que solo cantase una canción, que como siempre sabe lo que quiere y lleva al hombre a lo que se merece. la belleza duele y es cara pero nunca demasiado.Esa mujer bien merecía un final así para ese hombre.
Bueno, a mi me gustó, que quereis que os diga. Si exceptuamos los recursos estéticos cansinos de la cámara. farrel.
Bastante de acuerdo con Farrel, salvo en cuanto a la estructura, movimiento y tiempo de los planos que considero apropiados en la película. Un claro ejemplo es la secuencia en la que los dos protagonistas están haciendo el amor y la cámara gira en redondo por la habitación. En ese plano podemos entender muchas cosas de la película: La cerrada circularidad de las vidas de los personajes, la frustación de la chica por no poder ser más que una cantante de pueblo, etc.
En cuanto a la música, creo que cumple la misma función de, por ejemplo, la de los sufís o derviches.
Farrel, el lugar podría ser Palencia. Personajes atrapados en una ciudad que mata cualquier inquietud por pequeña que sea. Quieren huir, pero buscan cualquier excusa para seguir mojándose los pies en calles embarradas: un falso amor? la familia? la edad?...... quizá sea la inercia la que nos deja inmóviles para salir corriendo. Al final todos atrapados en su propia inmundicia.
La música de la película estuvo toda la noche en mi cabeza dando vueltas, igual que los personajes en el baile....igual que la cantante con sus hombres.
Para mí la mejor proyección hasta la fecha.
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