
AÑO. 2007
DURACIÓN. 90 min.
PAÍS. Argentina
DIRECTOR. Matías Piñeiro
GUIÓN. Matías Piñeiro
FOTOGRAFÍA. Fernando Lockett
REPARTO. Ana Cambre, Francisco García Faure, Daniel Gilman Calderón, Sabrina Korn, Nicolas Malusardi, Julia Martínez Rubio, Romina Paula, Alejandro Sirkin, María Villar
El libro Campaña en el Ejército Grande de Domingo Faustino Sarmiento es la armadura de clave para esta fantasía sentimental que se organiza alrededor de Mercedes Montt, una joven argentina que trabaja de guía en el Museo de Arte Español Enrique Larreta, pero que ocupa sus ratos libres en la lectura apasionada de este texto sarmientino que aplica desprejuiciadamente a la vida sentimental y laboral de aquellos que la rodean: su pareja, Leandro López Jordán; su amiga, Leticia Lamadrid; el novio de su amiga, Andrés Rademil y la sospechada amiga del novio de la amiga, Clara Virasoro. De esta manera, los complots son posibles; los sistemas casi perfectos y los enredos, entonces, probables.
silogismo: el director es un pedante, el argentino es un pedante por definición, el director es argentino, entonces el director es un pedante argentino pedante. o sea que la pelicula le ha salido asi,como es el. una pedantería insoportable. la protagonista era insufrible, la cogí( de coger español no argentino) manía desde el primer fotograma en que apereció, la simbologia, si es que la tenia, de las frutas no la entendí, pienso que era bulimica frutal, la escena en el museo eran insoportables, discrepo de que tacnicamente era buena, el gato del final era eso, nos metieron gato por liebre, la muleta tirada apenas dos segundos en pantalla pensé que se les habia colado en el montaje, vamos, y lo del libro por que nos lo decia en la sinopsis del programa y lo comentó el presentador que si no nadie se entera. muy cultos, muy leidops los qrgentinos, pero que dejen de darnos el coñazo.
ResponderEliminarNada puedo comentar de la película, porque nada entendí. Sopor de principio a fín. Se me durmieron todas las articulaciones, y después de la primera media hora, solo pensaba en el momento que acabase la tortura.
ResponderEliminarPara mi fue un bodrio de mal gusto, y es verdad lo del comentario anterior, a los actores se les coje mania, sobre todo a la cleptómana-frutera protagonista que hablaba con la boca llena en todo momento. No le entendía nada, ni ganas...
Come continuamente, mientras habla, mientras lee, mientras trabaja(?); corre continuamente como una colegiala doceañera para llegar pronto a algún sitio(?)para hacer no se sabe qué. Si el director pretendía que cogiéramos manía a la pobre protagonista,a juzgar por los anteriores comentarios y por el mío propio, lo ha conseguido plenamente. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarEl hombre robado no sólo se anima a mezclar a Sarmiento y su herencia con una adorable comedia de enredos, sino que se construye desprejuiciadamente desde una sutil red de conexiones y coincidencias que jamás le hacen perder frescura. Gatos salvajes, frutas y museos se cuelan en la película y construyen desde una inmediatez muy tangible, no calcificada por imposiciones de guión. Hay quien ve en la granulosa imagen en blanco y negro vestigios de Godard, Rivette o Garrel, pero la película de Piñeiro goza de una total actualidad y se erige, a medida de que sus oscilantes protagonistas cambian de rumbo – punto en el que más se puede ver una herencia francesa -, como una gran oda a Buenos Aires, espacio señorial en el que Sarmiento fue para Rosas lo que la civilización fue a la barbarie.
ResponderEliminar¡Maldito sea el blanco y negro! No hay forma de escapar a su seductora atracción. Por esa ventana de cenizas granuladas se colaron en su día los chicos de Cahiers, los que sacaron los trastos a las calles de París y nos contaron con el característico estilo libresco historias bellas y cuentos pedantes.
ResponderEliminarSi Buenos Aires, como muy bien se burló Julio Cortázar, sólo ha buscado ser el envés especular de París, pues ahí está el chico Piñeiro para copiar el vetusto ejercicio macarrónico que liga la prosa cultiparla de Sarmiento con una suerte de Las amistades peligrosas postmoderna.
contracritica a don guido segal: la pelicula , quintaesencia de lo puerilmente novelesco , ahondando en la inconmnesurable y reclacitrante pedanteria y en su anacrónica metahistoria contextual argentinica y bonaerense, desde una ortodoxia borginiana y afrancesadamente decadente, amen de la granulomatosis estructural a nivel tecnorepresentativo , expone un sentimiento protojuvenomarginal abocado a un frustracionismo identitario de la masculinidad imperante en el espacio geografico delimitado por las dos masas oceánicas convergentes en el estrecho de magallanes que aniquila de forma aplastantemente contundente toda visualizacion racional y acertadamente certera, certificando una vez visualizada y analizada, la vacuidad de lo consabido, esto es una represantacion infumable a pesar de Sarmiento.
ResponderEliminarA Guido Segal: seria mejor escribir comentarios propios no copiando frases que ya estan en las críticas que circulan por internet. Si las has leido y te parece que son atinadas, mejor indicar que es UN COMENTARIO ROBADO.
ResponderEliminarSoy Gudo Segal y no he hecho nada más que transcribir mis propios comentarios.
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