
AÑO. 2009
DURACIÓN. 96 min.
PAÍS. Austria
DIRECTOR. Jessica Hausner
GUIÓN. Jessica Hausner
FOTOGRAFÍA. Martin Gschlacht
REPARTO. Sylvie Testud, Léa Seydoux, Bruno Todeschini, Gilette Barbier, Walter Benn, Hubert Kramar, Gerhard Liebmann, Orsolya Tóth, Irma Wagner, Jackie Wulf
Christine (Sylvie Testud) es una mujer discapacitada que lleva casi toda la vida en una silla de ruedas. En un intento de escapar de su aislamiento, viaja a Lourdes, el emblemático lugar de peregrinaje en los Pirineos. Christine acude en busca de consuelo, quizá de un milagro. Se despierta una buena mañana y está curada. Al parecer, es un milagro. El cabeza del grupo de peregrinos, un apuesto voluntario de la Orden de Malta, empieza a interesarse por ella. Se aferra a esta nueva oportunidad, aunque su cura provoca la envidia y la admiración de muchos.
La directora no ha caído en excesos como bien pudiera caer, sean desde la fe o en el lado opuesto. Aunque he echado de menos elementos de fe, pues no todo el mundo es un pedorro que va a Lourdes como pudiera ir a Roma o a Nueva York. Los personajes no caen tampoco en excesos y eso es una maravilla para una obra difícil. El final sublime tiene bastante de decadente. Me recordaba esos shows que se hacen en las costas y transatlánticos con viejas glorias entreteniendo a viejas glorias, como si el tiempo estuviese detenido.
ResponderEliminarLas historias de amor una maravilla. El amor todo lo puede y el gigoló-guardia, comedido también, un as.
Muy buena película que se enfrenta a un tema dificil y sale muy airosa. Si hubiese más elementos de fe probablemente la calidad de la película se hubiese resentido y hubiese sido una sesión de Catequesis. Según el comentario anterior ¿los que van a Roma y a Nueva York son unos pedorros? Las motivaciones que llevan a cada uno a viajar o a ir al cine pueden ser variadas, pero no necesariamente las propias mejor que las de los otros. Las ventosidades vienen provocadas por las legumbres, las alubias especialmente, no por los viajes, que yo sepa.
ResponderEliminarNunca he estado en Lourdes. espero no tener que ir nunca. mi respeto a los que creen. mi respeto a los que esperan. la pelicula me pareció un documento de lo que es aquello. más o menos lo sabido, mucha gente, mucho negocio y también, supongo, mucha fe.El final me pareció terrorífico. de los finales más terroríficos que he visto. Casi un Haneke. Otra vez los caprichos de Dios.
ResponderEliminarLa Iglesia Católica, ha creado a lo largo de su historia, parques temáticos para distraer y sacar pingües beneficios de sus feligreses y del turista curioso. Uno de los más representativos es Lourdes por su pompa y grandiosidad.
ResponderEliminarLa directora refleja la falta de "fe" de los peregrinos y cooperantes, viendo que se mueven por múltiples derroteros, tantos como tipos humanos existen. Aunque como cualquier parque temático ofrece distracción para todos los gustos, no si antes pasar por caja.
Curioso resulta que aún estén entre nosotros los caballeros y damas de la Orden de Malta, fundada en la Edad Media como defensora militar católica y con unos principios propios de esa época. Creo que la directora podría haber ahondado más en este tema, sin duda curioso para los tiempos que corren.
Para mí que se ha mojado poco, no se si por presiones externas o porque no la interesaba.
En fín, que me ha parecido poco crítica. Un documentalillo pobre para un tema que podía haber dado más de si.
Cualquier visitante, pude aprender más si va a Lourdes un par de días.
Doy fe...
Estoy de acuerdo en parte de lo anteriormente dicho (salvo el comentario de Colombina). El tema de la fe es, sin duda el motor de la película, pero la fe no tiene que ser necesariamente religiosa, por lo que la religión en este caso es secundaria y la critica insuficiente que dice Colombina no viene a cuento (la película no es una critica sobre Lourdes ni sobre la religión, es una película sobre la FE). Pero lo que a mi mas me ha interesado es, más que lo que cuenta, su forma de contarlo, su puesta en escena: el inteligente uso del fuera de campo, el tiempo justo en cada secuencia, la perfecta orquestación actoral (perfecta Sylvie Testud) y unos movimientos de cámara invisibles y muy sutiles.
ResponderEliminarUna cineasta a tener en cuenta.
Hola de nuevo, soy el Anonimo primero y contesto al Animo segundo:
ResponderEliminarCuando he dicho lo de pedorros evidentemente me refería a las personas que como ese para viejunas se dedicaban a dar a la hebra, con comentarios llenos de envidia del tipo por qué le ha tocado el milagro a fulano y no al señor X, etc. Son personas que critican y en el caso de la película me parece que fueron a Lourdes por un eczema, o sea, por causas diferentes a las de la mayoría que acuden allí, causas que ofenden. El término pedorras es incluso cariñoso. Creer que uno piensa que los que van a tal o a cual sitio son pedorros por definición, por el mero de hecho de ir sería pensar de una manera nun tanto burda y nunca fue mi intención. Tampoco la de querer ofender a nadie.
La última oportunidad que todo enfermo tiene, cuando la medicina toca fondo en su caso, es la del milagrerío de todo tipo: videntes, santeros, posamanos, iridiólogos y la veterana en estas lides: la iglesia vaticana y sus cuevas de encuentro entre "pastorcillas" y la Virgen María (Lourdes, Fátima, El Escorial...)La peli de Jessica Häusner muestra bien el tinglado montado en Lourdes. ¡Lástima que luego caiga en la tentación de cargar de sucesos su documental y nos ofrezca un "milagro", en el que una tetrapléjica se levanta de la cama, como si el tono muscular se recuperase de un momento a otro sin más. El final patético del baile de sacristía y nuestra enferma sentada otra vez en su silla, no basta para tapar las enormes fallas del relato.
ResponderEliminarPor extraordinario que sea un milagro o una curación, la vida sigue y, al poco tiempo, el beneficiario vuelve a sentir hambre y frío y tiene sueño y se aburre...Y no digo nada los demás: recelos, desconfianza, envidia... Eso creo que dice la película y por eso me gustó.
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